Soy argentina y desde el 2017 vivo en España. Antes de venir trabajé muchos años en una Agencia de medios; en el área de planificación, específicamente era planner digital. La única, por lo que era mi absoluta responsabilidad hacer que todo funcione y que las campañas del cliente estén online. 

El stress que suponía estar en el medio (cliente, agencias creativas y medios) y hacerlo todo sola, llevó a que con el paso de los días y meses, mis jornadas laborables se volvieran eternas, y la lista de pendientes no bajaba ni un poquito. Pero lo que sí bajaba era mi vida y mi salud.

Y aunque yo misma había pedido incorporar más personas para la planificación digital, me costó muchísimo delegar porque no confiaba; todo lo revisaba, con lo cual, parecía que estaba haciendo todo sola yo de nuevo. Seguía posponiendo mi vida y mis pasiones.

Hasta que decidí que no podía seguir así, cambié el chip, entendí que éramos un equipo y debíamos trabajar como tal. Repartirnos tareas, cumplir los objetivos, colaborar con nuestros compañeros.

Y así fue que poco a poco aprendí a soltar y a confiar. Mi vida se volvió más liviana y aprendí a respetar y disfrutar mis momentos.